Hay fantasmas en las cosas
Recuerdos encerrados
Colores
quiero acariciar tibiamente la luz
escribir sobre ella, (aunque todos los días me queme en mis letras, y se me olvide como se escriben las palabras).
Mirar reposar los ríos enjaulados en vasos de agua
Mirar la inocencia temblorosa de un tapete que cree ser un animal salvaje asechando en las estepas de la sala
Un foco en el universo de la cocina, a su alrededor le orbitan pequeñas moscas espaciales
La soledad que le sobreviene en la mañana a una almohada
Quiero escribir de circos, de gallos negros, de payasos azules, de leones matemáticamente deprimidos
Escribir sobre la luz,
Describir la ausencia de luz
Escribir de mi cama,
De mi encierro
o de sus inoportunas navajas
del metal y de su irrelevante silencio.
O escribir del cielo
O escribir sobre los cristales y su inevitable tristeza
O escribir sobre ella
Escribir sobre su azul
O sobre su agua
O escribir de su insoportable cariño.
Quiero escribir de ella
Quiero “tocar el agua sin mojarme la mano”
Que la porcelana dura e infinita de sus huesos me toque el alma
Que sus ojos me enmudezcan
Sentir sus brazos en un momento que se evapora como ella
O su voz que rompe los cristales del silencio
Sentir su música de acordeón, sus calles empedradas
Hay algo roto con su nombre